Obras

Mood of the day, Mood tracker, Mood log, Mood book, Moodbook. Todos nombres para un mismo ejercicio, la catalogación de nuestros días en diferentes escalas de medición. ¿Tu día fue rosa o azul, feliz o triste? Un ejercicio aparentemente sencillo que es tan solo un fantasma de la realidad. El intento de ponerle ropa al éter, donde marcas la emoción general del día por medio de bonitos colores: Verde-Increíble, Amarillo-Bien, Naranja-Meh, Rosa-Mal, Azul-Horrible. En diciembre de 2020, decidí que iba a hacer un dibujo del día acompañado del color de mi humor, y aunque en su mayoría marcaba días amarillos mis dibujos evidencian un estado mental completamente diferentes. Líneas erráticas y frases sin sentido, deprimentes y enojadas. Como si mi cerebro quisiera aferrarse a ese pequeño esbozo de normalidad y felicidad pasajera del día sin pensar en todo lo demás (que es lo que la mayoría hace y dice que debemos hacer) pero mi mano se rebelaba, mi mano que, a lo largo de mi vida, mi carrera, profesión y vocación no han sido más que las herramientas honestas con las que enfrento el mundo expresaban sentimientos sumamente diferentes. En fin. 2020, pandemia, colapso económico, graduación, desempleo, encierro y falta de socialización ¿qué podría ser peor? Les digo: 9 de diciembre (un día amarillo) mi papá, médico trabajando en ese momento en un hospital híbrido COVID, regresa a casa con síntomas ligeros de gripa. Paren todo. La ansiedad muerde-uñas empieza, lo probable es Covid-19 pero ¿por qué? nos preguntamos todos, si seguimos todos los protocolos al pie de la letra. Mi papá no se contagió en el hospital. 10 de diciembre (¡día verde!) los resultados de mi papá no han regresado, mi abuela tiene neumonía desde hace dos semanas, mis tías que cuidan de ella presentan síntomas, la enfermera de mi abuela tiene gripa desde la semana pasada y dice que es negativo Covid-19, nunca nos enseña su prueba. 11 de diciembre (día naranja, que sincera) los resultados de la prueba regresan, positivo Covid-19, aislamiento completo de las 6 personas que viven en casa. Mamá contagiada también, por obvio contacto. Tías y abuela se hacen la prueba. La enfermera desaparece. 12 de diciembre (día amarillo, ¿acaso me estoy volviendo loca?) Tías y abuela salen positivo a Covid-19. Abuela tiene 81, Alzheimer en última etapa y una neumonía anterior, pronóstico pésimo. ¿Se dan cuenta de algo? Uno de los meses más duros de mi vida, que al recordar me trae lágrimas a los ojos incluso al momento de escribir esto, está repleto de amarillo. 21 de 31 para ser exactos. ¿Es el autoengaño? ¿Un incentivo? ¿Mi último gramo de esperanza? Es cierto que uno puede encontrar, aunque sea una cosa buena dentro de los peores momentos, un vibrante amarillo dentro de los azules, pero si algo me ha demostrado esta serie es que es igual de fuerte y válido mirarte y preguntar ¿cómo estoy? y responder estoy, con carita feliz y en amarillo. Estoy y por hoy eso es suficiente. Nuestras emociones son sumamente conflictivas, el intentar traducirlas a algo tangible incluso lo es más, pero hay un poder en el intentar, en estar, en perdurar, en decir hoy voy ser amarillo aunque me ahogo en azul. Les presento MOODBOOK, un diario, una obra de arte, mi psicólogo de cuarentena que muestra lo desesperada que me encontraba por estabilidad, por una felicidad que tal vez no sentía pero que trabajaba por ella con todas mis fuerzas… Mi abuela falleció el 16 de diciembre del 2020 de Covid-19 después de 4 días de sufrimiento, esta obra es para ella, por ser un amarillo dentro de lo azul.