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Obras
La mujer de Lot convertida en estatua de sal, S.XX
Antiguo TestamentoGénesis 19, 15-17; 19, 24 -26© Felipe Nieva / Cortesía Fundación AMMAImágenes
Al amanecer los ángeles apuraron a Lot diciéndole: 'Date prisa, toma a tu esposa y a tus dos hijas y márchate, no sea que te alcance el castigo de esta ciudad. Y como él aún vacilase, lo tomaron de la mano, junto a su mujer y a sus dos hijas, porque Yahvé había tenido compasión de ellos, y lo llevaron fuera de la ciudad. Una vez fuera, le dijeron: ‘Ponte a salvo. Por tu vida, no mires hacia atrás ni te detengas en parte alguna de esta llanura, sino que huye a la montaña para que no perezcas’ […] Entonces Yahvé hizo llover del cielo sobre Sodoma y Gomorra azufre ardiendo que venía de Yahvé, y que destruyó completamente estas ciudades y toda la llanura con todos sus habitantes y la vegetación. La mujer de Lot miró hacia atrás, y quedó convertida en una estatua de sal. (Génesis 19, 15-17; 19, 24 -26)
El libro del Génesis nos cuenta la historia de Sodoma y Gomorra, dos ciudades que son destruidas por sus pecados. Los profetas posteriores, como Ezequiel, explican que sus crímenes fueron no haber ayudado a pobres, mendigos y forasteros.
En Sodoma habitaba Lot (sobrino de Abraham, padre simbólico del pueblo de Israel), así que Dios manda dos ángeles para comprobar el estado crítico de la ciudad y salvar a Lot, sus hijas y su esposa.
La escena muestra el clímax narrativo del relato: los ángeles guían a Lot y su familia fuera de la ciudad mientras es aniquilada y les dan la orden de seguir siempre en dirección a las montañas sin mirar para atrás. Sin embargo, la mujer de Lot es convertida en sal como castigo a la desobediencia de voltear y ver por última vez la ciudad que fue su hogar.
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