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Obras
Buscando posada, S.XX
Nuevo TestamentoLeyenda dorada de Santiago de la Vorágine© Felipe Nieva / Cortesía Fundación AMMAImágenes
Y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa. (Lucas 2,7)
Llegaron José y María a Belén. Como eran pobres y los alojamientos que hubieran podido estar al alcance de sus menguados recursos ya estaban ocupados por otros, venidos como ellos de fuera y por idéntico motivo, al no encontrar donde hospedarse tuvieron que cobijarse bajo un cobertizo público. (Leyenda dorada de Santiago de la Vorágine)
Esta escena parte de la interpretación del Evangelio de Lucas, donde dice que María y José no encontraron un sitio para el momento del parto en la posada. Por su parte, los Evangelios apócrifos y la Leyenda dorada ponen como explicación de que el parto se hubiera dado en un pobre pesebre la situación económica de los esposos. Con el pasar del tiempo, la tradición popular añadió la búsqueda de mesón o posada a hombros de mula y de puerta en puerta, y como fueron rechazados, esto especialmente difundido gracias a los autos sacramentales y las tradiciones conventuales, como queda en memoria en los cantos para pedir posada de san Juan de la Cruz y la beata Ana de San Bartolomé, ambos carmelitas del siglo XVI, esto con un sentido más espiritual y moralizante, es decir, se conminaba a preparar la morada del corazón y no cerrarle la puerta al Hijo de Dios.
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