-
Obras
La Visitación, S.XX
Nuevo TestamentoMística Ciudad de Dios. Libro II, 201© Felipe Nieva / Cortesía Fundación AMMAImágenes
Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz: ‘¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!’ (Lucas 1, 39-45) / Dejando, pues, la casa de sus padres y olvidando su pueblo, tomaron el camino los castísimos esposos María y José y le enderezaron a casa de Zacarías en las montañas de Judea, que distaba veintisiete leguas de Nazaret (Mística Ciudad de Dios. Libro II, 201)
La Visitación se refiere a la visita de la Virgen María, embarazada de Jesús, a su prima Isabel, embarazada de san Juan Bautista, para comprobar el signo que el arcángel Gabriel le dio en la Anunciación, el que su prima de avanzada edad estaba encinta. La fuente principal de este tema está en el Evangelio de san Lucas.
Iconográficamente, la Visitación es el encuentro, a veces un abrazo o algún gesto de veneración entre dos mujeres. Aunque por lo contado en el pasaje evangélico las dos mujeres deben presentar rasgos de distinta edad, en muchas representaciones, como en este caso, esto se pasa por alto para primar la idealización. La presencia de José y Zacarías es un detalle tomado de fuentes apócrifas y tradiciones piadosas, ya que el Evangelio de Lucas no los cita.
6de 24