El sueño de José, S.XX
Este fue el principio de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José; pero antes de que vivieran juntos, quedó embarazada por obra del Espíritu Santo. Su esposo, José, pensó despedirla, pero como era un hombre bueno, quiso actuar discretamente para no difamarla. Mientras lo estaba pensando, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: ‘José, descendiente de David, no tengas miedo de llevarte a María, tu esposa, a tu casa; si bien está esperando por obra del Espíritu Santo, tú eres el que pondrás el nombre al hijo que dará a luz. Y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados’. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta: ‘La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa: Dios-con-nosotros’. Cuando José se despertó, hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado y tomó consigo a su esposa. Y sin que hubieran tenido relaciones, dio a luz un hijo, al que puso por nombre Jesús. (Mateo 1, 18 -25)
En esta escena basada en lo relatado por el Evangelio de Mateo, vemos el momento en el que José, tras enterarse del embarazo de María, duda de su fidelidad, así que decide repudiarla en secreto. Sumido en un profundo sueño, por eso vemos a José recostado en su cama, se le aparece un ángel que le confirma que María ha concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, y que dará a luz a un hijo que salvará a su pueblo. El ángel le pide que le ponga nombre a este niño, es decir, le pide que lo acepte como suyo y lo haga entrar en su linaje, el del rey David.