(IN)delebles es visibilidad, reproche, crítica, rechazo, resignificación, optimismo y trascendencia; todo en ese orden, ardiendo de manera simultánea bajo la premisa de que el resultado es, ha sido y siempre será indeleble. A lo largo de la historia las voces femeninas han sido ignoradas hasta el cansancio, borradas de libros de texto, abandonadas en bodegas en museos, relegadas no a segundos ni terceros, sino últimos lugares. Se está hablando de mujeres que han sido desconocidas, oprimidas y, posteriormente, olvidadas. En esta obra se busca recuperar la realidad del pasado y reinterpretarla en el ahora bajo un lente amarillo, haciendo énfasis en la dualidad de su simbolismo. Esta serie de fotografías son una narrativa que presume de esencia propia: talleres, estudios, habitaciones de mujeres artistas que son a su vez, voz de aquellas que estuvieron antes. En este proyecto estas mujeres comparten su espacio y les permiten reencarnar en los pinceles, los lienzos, las hojas, reclamando su sitio en el ahora. Y poco a poco se consumen, una tras otra, avivando el fuego entre sí hasta que quedan cenizas. En una posición donde tanto amarillo como fuego se unen en destrucción y deterioro. Para luego dar paso al presente. Con una fotografía que no arde y aun así quema. Y es ahí donde el fuego se convierte en vida y el amarillo en optimismo, porque recuperar esos gritos nos corresponde, hoy más que nunca, porque el olvido no es olvido si existen marcas que lo respaldan. Y las huellas existen, indelebles, como cada una de estas mujeres; marcas de guerra y restos que permanecen para ser redescubiertos, con otras manos y bajo otro lente que no sólo reconoce su existencia, sino que las celebra desde la misma trinchera donde alguna vez ellas pelearon.